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Cómo organizar las finanzas en pareja


08.02.2024

Escrito por: Bankinter Consumer Finance


El paso de vivir solo a hacerlo en pareja supone una enorme ilusión, pero también un cambio sustancial en muchos aspectos de nuestra vida, entre ellos el financiero. Sabemos que para muchas personas hablar de dinero es un tema tabú, indiscreto o, simplemente, incómodo. Sin embargo, cuando se vive en pareja es importante saber gestionar las finanzas juntos y para ello es indispensable mantener una comunicación fluida y transparente en todos los aspectos.

Bases para construir una economía en pareja

¿Quién paga la cuenta en el restaurante? ¿Y los gastos de la compra? ¿Es mejor abrir una cuenta conjunta o mantenerlas por separado? A veces nos cuesta controlar nuestras finanzas, por lo que gestionar los pagos en pareja puede resultar angustioso. Tanto es así que una de cada cinco parejas en España reconoce discutir a causa del dinero, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores, de Intrum. Una planificación ordenada, regular y con continuidad en el tiempo, basada en la comunicación y la confianza mutua, es clave para afrontar el futuro en pareja de la mejor manera.

Lo primero que tenemos que hacer es hablar directamente del tema, compartir nuestros objetivos en la vida, qué queremos hacer a nivel personal y como unidad familiar. Esto nos ayudará a sentar las bases sobre cómo llevar las finanzas en pareja. A continuación, te dejamos algunas preguntas que podéis plantearos para comenzar la conversación:

  • ¿Cómo queremos gestionar los gastos en pareja?
  • ¿Cuánto vamos a aportar cada mes? ¿Damos la misma cantidad o proporcionalmente a nuestros ingresos?
  • ¿El objetivo es sufragar los gastos comunes o nos planteamos metas económicas (como comprar una casa, un coche o ahorrar para viajar)?
  • ¿Alguno tiene deudas pendientes?

Plan financiero

La mejor herramienta para organizar las finanzas y garantizar la salud financiera es establecer un presupuesto. En él debéis incluir los ingresos de cada uno y los gastos fijos comunes. A partir de ahí, podéis comenzar a valorar qué cantidad aporta cada uno, qué posibilidades tenéis de ahorrar e invertir y qué excedente queda para los antojos personales. Además, os servirá para adquirir los hábitos y la disciplina necesarios para cumplir con las metas financieras que os hayáis fijado y disponer de un fondo de emergencia para gastos imprevistos.

Cuenta conjunta

Los expertos aconsejan abrir una cuenta común para los gastos cotidianos, como la hipoteca, la electricidad, el agua, la comida o la televisión. Este fondo estaría a nombre de los dos y cada uno haría sus aportaciones. En cuanto al dinero que pone cada miembro de la pareja, existen diferentes modalidades en función del perfil y las necesidades de la familia.

  • Todo junto: ambos miembros de la pareja aportan el 100 % de su nómina a la cuenta familiar y de ahí se va sacando para cubrir los gastos comunes, pero también los individuales y de ocio.
  • Cada uno aporta el 50 %: en este caso, además de la cuenta común, cada miembro de la pareja tiene una cuenta individual. Cada mes, se ingresa el 50 % de los gastos conjuntos, independientemente del salario de cada uno. El restante de cada uno quedaría para cubrir los caprichos personales.
  • Gastos prorrateados: otra solución es aportar al fondo común en función de los ingresos de cada uno. En otras palabras, si una parte de la pareja gana más que la otra, afrontará mayores gastos, ya que no le supondrá un esfuerzo desproporcionado. Esto permite, además, respetar el equilibro en cuanto a disfrutar de un estilo de vida similar, sin que ninguno tenga que renunciar a planes o comodidades por soportar la carga injusta que supondría dividir todo al 50 %. En este caso, se dispondría también de una cuenta común y dos cuentas individuales para gastos propios.

Ventajas y desventajas de una cuenta conjunta

Cuando nos planteamos cómo compartir los gastos en pareja siempre surge la duda de tener o no cuentas conjuntas. A continuación, te mostramos los beneficios e inconvenientes de una opción y la otra para que valoréis qué os interesa en vuestra situación.

Ventajas de una cuenta conjunta:

  • Es una manera de fomentar la transparencia y la confianza.
  • Simplifica la gestión de los pagos recurrentes como la luz, el teléfono, la hipoteca o las suscripciones a plataformas.
  • Ahorra tiempo y trámites
  • Si uno de los dos sufre una incapacidad o fallece, el otro puede acceder a los fondos comunes sin necesidad de realizar ningún trámite.

Contras de una cuenta conjunta:

  • Los gastos individuales pueden ser motivo de conflictos si no están bien fijadas las bases y las metas de la pareja.
  • Se cuenta con menos independencia e intimidad en las transacciones.
  • A efectos fiscales, los fondos pertenecen a ambos.
  • En caso de ruptura, los trámites son más engorrosos.

La importancia de establecer objetivos financieros

Las metas económicas nos ayudan a organizar y sanear las finanzas. Su consecución obliga a mantener una disciplina financiera y se asocia al éxito económico. En el caso de una pareja, ayudan a asentar las bases de la relación y fomentan la comunicación fluida y la transparencia. Entre los objetivos que podemos fijarnos está el ahorro para crear un fondo de emergencia o adquirir un bien (la compra de una casa, de un coche o de una segunda residencia), la inversión para generar ingresos pasivos o procurarnos un buen plan de pensiones o la reducción de una deuda (como puede ser la hipoteca o un préstamo).

Como ves, organizar las finanzas en pareja no tiene por qué suponer un quebradero de cabeza. Lo más importante es mantener una comunicación clara y transparente, fijar unos objetivos comunes y contar con un presupuesto que nos ayude a afrontar los gastos diarios. Es bueno establecer un día a la semana o al mes para tratar los temas financieros e ir ajustando la economía doméstica a la evolución de la familia. Además, si tenéis hijos, se recomienda involucrarlos en estos temas para que vayan adquiriendo hábitos responsables y contribuyan a mejorar la salud financiera de todos.