Ahorrar aporta numerosas ventajas a la economía familiar: supone un respaldo financiero en caso de emergencias o imprevistos, ayuda a mantener una mayor estabilidad económica, permite establecer y alcanzar objetivos y es una excelente forma de mostrar a nuestros hijos la importancia de la planificación financiera. La compra de alimentos y productos básicos es uno de los principales gastos en una familia, por lo que ahorrar en el supermercado es clave para la economía del hogar.
Trucos para ahorrar en la cesta de la compra
La cesta de la compra es un gasto casi diario que supone un 20% del presupuesto familiar. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), incorporando una serie de hábitos es posible que un hogar español llegue a ahorrar hasta 1073 euros al año en alimentación, droguería e higiene. A continuación, vamos a ver cómo ahorrar en la compra con una serie de trucos al alcance de todos.
Planifica tus comidas
Diseñar menús semanales te ayudará a gastar en lo que realmente necesitas para cocinar y evitar las compras impulsivas o emocionales. Además, organizar las comidas y priorizar los productos con pronta caducidad evita el desperdicio alimentario.
Fijate un presupuesto coherente
Define cuáles son tus necesidades reales en la compra de alimentos y productos básicos y establece cuánto puedes gastar de acuerdo con tus ingresos. Puedes revisar los recibos de tus compras anteriores para fijar un punto de partida desde el que diseñar un presupuesto.
Busca el supermercado más barato
Elegir el establecimiento con los precios más competitivos es una buena manera de ahorrar en la cesta de la compra. Las cadenas de supermercados establecen precios distintos para los mismos productos e incluso las ofertas pueden variar de un barrio a otro. La OCU señala en su estudio que se puede llegar a ahorrar hasta 970 euros al año, sin renunciar a nada, con el simple hecho de elegir el supermercado más barato de tu localidad.
Productos frescos, de temporada y a granel
Los productos frescos y de temporada, como la fruta y las verduras, suelen tener precios más bajos, ya que hay mayor oferta, y están en su momento óptimo de consumo. Además, comprar a granel te permitirá adquirir solamente la cantidad que necesites para tú menú semanal. No obstante, si compras alimentos en cantidades mayores a las que puedes consumir antes de su fecha de caducidad, considera congelarlos para prolongar su vida útil.
Apuesta por las marcas blancas
Antes de desechar un producto, consulta su etiqueta y compara sus características nutricionales y precio. En ocasiones, las marcas genéricas ofrecen una calidad similar a un precio más económico que el de las marcas comerciales.
Compra productos con una fecha próxima a la caducidad
La mayoría de los supermercados aplican interesantes descuentos a aquellos productos que todavía se pueden consumir perfectamente, pero que están a punto de caducar o echarse a perder. Lo único que debes tener en cuenta es que el plazo para consumirlos es breve, normalmente, entre uno y tres días. No obstante, recuerda que algunos artículos, como la carne, se pueden congelar para consumirlos más adelante.
Aprovecha los planes de fidelización
Algunas cadenas ofrecen tarjetas de fidelización con las que se acceden a promociones y descuentos, bonos u ofertas especiales. Además, como son gratuitas, puedes hacerte una de cada establecimiento para comparar los precios y acudir al que más te interese en cada momento.
