Cuando pensamos en el hogar ideal, imaginamos un lugar confortable, tranquilo y que disfrute de luz natural. Aunque solemos dar más importancia al tamaño y la orientación de la vivienda, los niveles de humedad juegan un papel determinante en la creación de un ambiente saludable y cómodo. Una humedad inapropiada, no solo afecta a la sensación térmica, sino que también tiene un impacto significativo en la salud. En este artículo, te mostramos cuál es la humedad ideal en una casa y cómo puedes medirla y controlarla para garantizar el confort de tu familia.
Humedad y salud
Un hogar bien acondicionado influye directamente en nuestra salud física y emocional. Los niveles de humedad inadecuados en las estancias principales, ya sean demasiado altos o bajos, tienen efectos negativos en nuestro bienestar general.
Cuando el aire está demasiado seco, pueden aparecer irritaciones en la piel, sequedad en las mucosas y problemas respiratorios. Estas afecciones suelen darse más en niños y en personas mayores con patologías previas. Además, la falta de humedad puede causar daños en la estructura de la vivienda con el paso del tiempo. Por otro lado, el exceso de humedad, junto a la baja luminosidad, favorece la proliferación de moho y ácaros, organismos muy perjudiciales para las personas con alergia o enfermedades respiratorias como el asma. Una humedad excesiva afecta también a la pintura, las paredes y los muebles de la casa.
Para garantizar un entorno saludable y acogedor, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener la humedad relativa en interiores entre el 30 % y el 60 %. Este rango ayuda a prevenir tanto la sequedad excesiva, que favorece la transmisión de virus respiratorios, como la humedad elevada, que propicia el desarrollo de microbios y bacterias. De hecho, un informe reciente financiado por el Ministerio de Sanidad señala que la combinación de frío, humedad y moho es uno de los factores de riesgo más altos para desarrollar patologías respiratorias y otros problemas de salud. También indica que unas condiciones de vivienda inadecuadas influyen directamente en los índices de depresión o ansiedad de la población.
¿Cómo medir la humedad en casa?
Medir la humedad en casa es más sencillo de lo que parece, gracias a los medidores de saturación, también conocidos como higrómetros. Estos dispositivos están disponibles en varias categorías, desde los modelos más básicos hasta opciones avanzadas que ofrecen lecturas precisas y detalles adicionales sobre las condiciones de la estancia.
Ten en cuenta que la humedad en el hogar no es estática, sino que fluctúa con las estaciones, la climatización o las actividades cotidianas (como cocinar, ducharse o tender la ropa). De este modo, si quieres tener una visión completa de cómo varía la humedad en tu vivienda, te recomendamos colocar un higrómetro en diferentes zonas de la casa, como el dormitorio, la sala de estar y los baños.
Existe una alternativa más económica, aunque los resultados no son tan precisos. No obstante, te servirá para medir regularmente la saturación y observar las variaciones entre estancias, sin invertir demasiado dinero. Se trata de la prueba de los cubitos de hielo. Solo tienes que colocar varios cubos en un vaso de agua y dejarlos reposar durante unos minutos. Si se forma condensación en el interior del vaso, significa que los niveles de humedad son altos; si no, el aire está demasiado seco.
Humedad ideal
El concepto de humedad ideal se refiere al porcentaje de vapor de agua en el ambiente, que varía según la temperatura y la capacidad del aire para retener la humedad, un fenómeno conocido como saturación. Cuando se alcanza niveles altos de saturación, el exceso de humedad se condensa y forma gotas de agua. Como veíamos en líneas anteriores, mantener un nivel adecuado de vapor no solo mejora el confort de nuestro hogar, sino que también previene problemas como el moho, la condensación y las alergias.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el nivel de humedad en interiores debe encontrarse entre el 30 % y el 50 %, en función de la temperatura externa. Esta recomendación se alinea con las sugerencias de la OMS y del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), que lo sitúan entre el 30 % y el 60 %.
En caso de que la humedad de tu hogar supere o esté por debajo de estos porcentajes, tendrás que tomar medidas para corregirlo. Lo primero es monitorizar las condiciones climáticas con el uso de termómetros e higrómetros. Además, tendrás que ventilar con regularidad y abrir los armarios para reducir la condensación. Otra medida eficaz es rehabilitar tu casa para mejorar el aislamiento térmico. Por último, compra un humidificador o deshumidificador (según el problema que presente la estancia) para ajustar la humedad a un nivel adecuado.
Como ves, además de la orientación de la vivienda y una buena distribución, la humedad es un elemento determinante para lograr un ambiente confortable y saludable. Monitorizar los niveles a lo largo del año y tomar las medidas correctivas necesarias garantizarán un entorno seguro y agradable para toda la familia en cualquier estación. En caso de que decidas acometer una reforma para mejorar los sistemas de aislamiento, sustituyendo puertas y ventanas por modelos más avanzados de PVC, recuerda que en bankintercard tenemos un préstamo para reforma 100 % online, sin comisiones de apertura ni mantenimiento. ¡Consulta las condiciones en nuestra página web y construye el hogar de tus sueños!