Dice un proverbio chino que una mudanza equivale a dos incendios, y es que cambiar de casa puede pasar de ser una ilusión a un auténtico calvario si no planificamos bien el proceso. La clave está en prepararse con antelación, organizar bien los tiempos, priorizar por estancias, tanto a la hora de embalar como de colocar, y, sobre todo, tratar de disfrutar del proceso. En definitiva, es un nuevo comienzo y los cambios siempre representan oportunidades. Aquí te dejamos algunos trucos sobre cómo organizar una mudanza sin estrés para que la vivas como algo positivo.
Planifica con antelación
La mudanza empieza mucho antes de comenzar a introducir los enseres en cajas. Te recomendamos planificar tu mudanza al menos con un mes de antelación. Ten en cuenta que tendrás que pedir permisos para estacionar los camiones y colocar una grúa, en caso de que necesites trasladar muebles que no quepan en el ascensor. Averigua qué licencias son necesarias en tu localidad y solicítalas con plazo suficiente.
Prepara un inventario
«No sé por dónde empezar y se me echa el tiempo encima» son frases muy comunes, cuando vas a preparar una mudanza, que invitan al estrés. Es importante preparar un inventario con todo lo que vamos a llevar, habitación por habitación, priorizando los artículos de primera necesidad y categorizando los delicados o aquellos que necesitan un embalaje o traslado especial. Este listado nos permitirá analizar el alcance de nuestra mudanza, cuántas habitaciones y enseres tenemos, tamaños y pesos.
Organiza tiempos y materiales
Con el inventario, ya podemos hacernos una idea de cuánto tiempo nos va a llevar el traslado de los muebles de una vivienda a otra y qué infraestructura vamos a necesitar. Prepara un calendario con tiempos aproximados: qué día vas a embalar la cocina, cuándo empaquetarás las cosas del salón, la fecha en la que vendrá el camión de la mudanza, los días en los que vas a colocar las cosas en la nueva casa. Ten ya preparado todo lo que vas a necesitar: cajas de diferente tamaño, cinta adhesiva, rollo plástico de burbujas, etiquetas, rotuladores, mantas para proteger los muebles, carritos, cuerdas, bolsas de basura, etc. 
Limpieza material y espiritual
Un gran truco para que la mudanza sea más liviana es deshacerte de aquello que no necesitas. Marie Kondo, creadora del famoso método de organización, recomienda conservar solo las pertenencias que realmente te producen alegría y desechar todo lo demás. Imagina cómo quieres que sea tu vida y tu espacio en el nuevo hogar, visualiza cada estancia, y deshazte de todo aquello que no encaje o suponga una carga. Regala, vende, recicla o lleva al punto verde todo lo que descartes. De este modo, la mudanza será más fácil, rápida y económica.
Identifica las cajas
Si intentas abarcar la casa entera y meter las cosas en cajas sin ton ni son, la tarea puede ser inabarcable y convertirse en un caos. Lo mejor es ir estancia por estancia, etiquetando lo que va en cada caja y separando las piezas delicadas o de gran volumen, esas las dejaremos para el final. De este modo, cuando llegues a la nueva vivienda podrás colocar directamente los bultos en la habitación que les corresponde y sabrás en todo momento lo que hay embalado, de manera que puedas desenvolver primero los artículos más indispensables. Recuerda rotular las cajas por los cuatro lados y también en la parte de arriba.
Haz un kit básico
Hay cosas sin las que no puedes desenvolverte en tu día a día: un cepillo de dientes, una muda, agua mineral, jabón, aceite, menaje básico, cargadores y productos de higiene personal. Tras un largo día de mudanza, estamos seguros de que agradecerás llegar a tu nuevo hogar con esta maleta de productos esenciales. Te dará la sensación de tener la situación bajo control y te proporcionará tranquilidad y paz mental. De este modo, podrás descansar y comenzar a desempaquetar al día siguiente con las energías renovadas.
Limpia tu nuevo hogar
Si tienes acceso a la nueva vivienda, te recomendamos darle una limpieza profunda antes de la mudanza. También decidir dónde irá cada cosa para dejar las cajas directamente en la estancia que les corresponda. De este modo, según vayas desembalando podrás colocar cada objeto directamente en su lugar. Para agilizar esta tarea, es importante que hayas limpiado los objetos antes de empaquetarlos, así evitarás tener que hacerlo al llegar y acumular tareas. ¡Optimizarás tiempo y espacio!
Desempaqueta con cabeza
Planifica también el orden en que vas a desembalar. Si no quieres verte sumido en un mar de cajas, trastos y plástico de burbuja, organiza qué habitaciones vas a colocar primero y respeta el orden de las cajas que habías preparado. Empieza por la cocina y los baños y deja el salón y los trasteros para el final. Según vayas colocando, deshazte regularmente de las cajas y la basura. Aprovecha este momento para darle un último repaso a esas cosas que quizá no necesitas y estás a tiempo de regalar, vender o reciclar.
Organiza una sextaferia con amigos
La sextaferia era un evento que se organizaba antiguamente en los pueblos entre los vecinos para acometer ciertos trabajos, como limpiar un camino, segar la hierba o reparar alguna construcción ruinosa. Los trabajos se desenvolvían en un ambiente festivo, donde, además de llevar a cabo las tareas, se cantaba, bailaba y se hacían descansos para comer y beber. ¿Qué mejor ocasión que una mudanza para organizar una sextaferia con amigos y convertirla en una auténtica celebración? Además de avanzar más rápido con el traslado y aligerar los trabajos pesados, será una oportunidad estupenda para reuniros y pasar un rato divertido juntos. ¡Compénsales con buenas viandas e irán encantados!
Sé positivo
Por último, como todo en esta vida, la actitud es fundamental. Una mudanza, sea por el motivo que sea, siempre trae cosas positivas. Un nuevo espacio en el que desarrollar tu creatividad, una ciudad diferente en la que empezar de cero, rincones favoritos por descubrir o personas con las que forjar nuevas amistades. Ve paso a paso para mantener la motivación, primero una caja y luego otra. Celebra cada éxito tomándote algo rico, bailando tu canción favorita o saliendo a dar un paseo por el barrio. Céntrate en las cosas positivas y en tus objetivos, lo malo pasa pronto.
Si a pesar de estos puntos, afrontar una mudanza solo se te hace cuesta arriba, siempre puedes contratar una empresa profesional que se encargue de todo: desde pedir los permisos hasta colocar la última taza en la alacena. Por ejemplo, si la mudanza se debe a que necesitas hacer unos arreglos en tu hogar, siempre puedes solicitar nuestro préstamo para reformas e incluir los gastos de la mudanza y del piso de sustitución en la cantidad que vayas a solicitar. En bankitercard te lo ponemos fácil, sin papeleos y 100 % online.
