La educación financiera permite dotar a las personas de autonomía e independencia, potenciando su autoestima y mejorando su inclusión social y calidad de vida. Así, es interesante aprovechar la capacidad de atención y aprendizaje de los niños para que, entre otras capacidades, desarrollen competencias financieras y su aplicación en la economía familiar.
Los hábitos financieros se adquieren en casa
Los datos del último informe de PISA elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ponen de manifiesto que el 94 % de la información financiera que reciben los jóvenes españoles proviene de sus padres. De este modo, el entorno familiar adquiere una enorme importancia en la educación económica, además de ser un lugar seguro y de confianza para que los niños aprendan el valor del dinero y su uso responsable. Una de las maneras más efectivas de enseñar nociones financieras básicas es a través de la paga. Pero ¿cuándo empezar y qué cantidad dar? En esta entrada veremos consejos muy útiles de los expertos.
¿Cuánto hay que dar de paga a los hijos?
Es normal que los niños se interesen por la paga, según apunta la psicóloga Maribel Gámez, del Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez, ya que en su día a día ven cómo los padres utilizan el dinero en sus transacciones. Además, esta asignación aporta múltiples beneficios en su educación: harán sumas y restas sencillas, aprenderán a administrar el dinero, desarrollarán estrategias para tolerar la frustración (cuando tengan que ahorrar para acceder a algún deseo) y fortalecerán la relación entre privilegios (recibir dinero) y esfuerzo.
Respecto a cuándo empezar y qué cantidad dar, tanto Maribel Gámez como Lucía Feito, profesional del Instituto Psicológico Cláritas, convienen en que entre los 7 y los 12 años es una buena edad para comenzar a dar la paga, ya que los niños saben realizar operaciones matemáticas básicas y tienen la capacidad de comprender conceptos como el ahorro o la gestión responsable. En cuanto a la cantidad, las expertas valoran que no depende tanto de la cuantía como del hecho de vivir la experiencia de disponer de un presupuesto y aprender a gestionarlo de forma ética y eficiente. Así, la paga dependerá del perfil financiero de los padres, la periodicidad y la edad del niño.
¿Qué paga dar a niños de entre 7 y 10 años?
Según el estudio «La paga de nuestros hijos», realizado en España por Pixpay, una herramienta de educación financiera, lo ideal en esta edad es dar unos euros para que hagan alguna pequeña compra, como dulces o cromos, y desarrollen el hábito del ahorro con una hucha.
¿Qué paga dar a hijos de entre 10 y 14 años?
Pixpay señala que a partir de los 11 años los niños necesitan desarrollar cierta libertad y autonomía. Dependiendo de la edad, la paga se puede destinar a un juego de mesa, una excursión al parque de atracciones o un cine el sábado por la tarde con los amigos. La asignación variará de los 11 a los 13 años, cuando ya son prácticamente adolescentes. Lo que sí conviene es mantener una regularidad semanal, puesto que una cantidad mensual puede ser difícil de autogestionar. En esta franja de edad, una paga semanal de 5 euros es muy razonable.
¿Qué paga dar a hijos de entre 14 y 18 años?
En la adolescencia la vida social es muy importante y las salidas se hacen más frecuentes, apunta el estudio de Pixpay. De este modo, la paga se suele destinar a ropa, artículos tecnológicos, comidas, cumpleaños, deporte, etc. En este periodo, se recomienda dar una asignación mensual para que los jóvenes aprendan a administrar su dinero en un espacio de tiempo amplio. A medida que crecen, la responsabilidad financiera debe ser mayor, ya que necesitan prepararse para las obligaciones de la vida adulta. Lo normal en esta horquilla de edad es dar una paga en torno a los 40 euros al mes, en función de la capacidad financiera de los padres.
Como ves, las experiencias que tenemos en la infancia con el dinero definen nuestra manera de relacionarnos con él en la edad adulta. Si los mayores muestran hábitos éticos y saludables los más pequeños crecerán con ese ejemplo y evitarán errores en el futuro. Fomentar, por ejemplo, la cultura del ahorro y la planificación económica mediante una paga semanal o mensual ayudará a que las futuras generaciones sepan gestionar su economía tanto personal como empresarial, si deciden emprender. Por último, no olvides enseñarles también que las cosas más importantes de la vida no tienen que ver con el dinero.