El estilo de vida actual requiere de un elevado gasto energético para satisfacer nuestras necesidades cotidianas. Las empresas, los transportes y los hogares funcionan a un ritmo vertiginoso, pero esto tiene un precio. El más evidente es el que afecta a nuestros bolsillos, la factura de la luz es una de las principales preocupaciones de los consumidores y el 83 % de la población española asegura haber modificado ya algunos de sus hábitos de consumo en el hogar para reducirla. Pero hay otro coste cuyos efectos a largo plazo son devastadores para el conjunto de la humanidad: el impacto sobre el medioambiente.
La buena noticia es que podemos ahorrar energía y otros recursos con nuestros electrodomésticos, sin renunciar a nuestros niveles de confort. La clave está, por un lado, en conocer nuestro consumo y analizar de qué manera podemos hacerlo más eficiente y, por otro, en elegir aparatos con una calificación energética superior. A continuación, te vamos a mostrar cuáles son los electrodomésticos que más consumen y qué puedes hacer para reducir el gasto y disminuir tu huella ecológica.
¿Qué electrodoméstico consume más luz?
Según la OCU, los electrodomésticos que más energía consumen son la nevera (662 kWh al año de media), el congelador (563 kWh), la televisión (263 kWh), la lavadora (255 kWh), la secadora (255 kWh) y el lavavajillas (246 kWh).
Nevera
El frigorífico y el congelador son los dos aparatos eléctricos que más consumen, no tanto por la potencia, sino porque están todo el día conectados. No obstante, se puede aumentar su eficiencia energética aprovechando al máximo su capacidad, ajustando el termostato entre 4 y 6 grados centígrados y no dejando la puerta abierta mucho tiempo. También es recomendable ubicarlos en un lugar ventilado y fresco y lo más lejos posible de una fuente de calor, como el horno, un radiador o la ventana.
Lavavajillas
De la misma manera que con otros electrodomésticos, lo ideal es utilizar el lavavajillas cuando esté lleno. Además, es conveniente aclarar la vajilla en el fregadero antes, de esta manera se puede utilizar el programa corto de lavado. Según la OCU, los consumidores pueden ahorrar hasta un 20 % si utilizan un programa económico (a 50˚ C en lugar de 60˚ C) y reservan el programa de lavado intenso únicamente para cuando los enseres estén muy sucios.
Lavadora y secadora
En el caso de las lavadoras, debemos considerar también el gasto de agua. Así pues, aprovecharemos al máximo la capacidad del tambor, de esta manera se reduce el consumo de agua, detergente y energía, y se alarga la vida del aparato.
El mayor consumo de electricidad se emplea en calentar el agua, por lo que elegiremos la temperatura de lavado más baja posible y los programas Eco. En la medida de lo posible, secaremos al aire libre y evitaremos el uso de secadoras eléctricas. Cuando tengamos que utilizarlas, las utilizaremos a carga completa y no dejaremos que la ropa se seque en exceso, ya que es un gasto innecesario y será más difícil planchar las prendas.
Televisión
Los españoles pasan una media de 218 minutos frente al televisor, según un informe elaborado por Corporación Multimedia y Vizeum a partir de datos de la consultora TNS, lo que supone un gasto energético de hasta el 12 %. A parte de esto, cuando el televisor se apaga en modo de espera (Stand-by) sigue consumiendo una cantidad de energía considerable. Así pues, lo ideal es desconectar completamente la televisión cuando no la estamos viendo y hacernos con algún modelo de bajo consumo que incorpore una función que disminuya imperceptiblemente el brillo y el contraste, lo que supondrá una reducción importante del consumo de energía.
EQUIPOS INFORMÁTICOS
Estos dispositivos (ordenadores, impresoras, escáneres) forman parte ya de nuestros hogares, sobre todo desde que en muchas profesiones se ha implantado el teletrabajo, por lo que es importante hacer un uso eficiente para reducir el consumo innecesario de energía. A la hora de adquirirlos, es aconsejable comprobar que disponen de la función de ahorro energético, y los apagaremos completamente cuando no los estemos utilizando.
La energía es esencial para el bienestar humano y para el progreso de las sociedades modernas. No obstante, la descarbonización necesaria para asegurar la sostenibilidad del planeta nos exige plantearnos un uso más responsable y eficiente de las fuentes de energía. Pequeños gestos cotidianos como elegir electrodomésticos de bajo consumo energético o apagarlos cuando no los estemos utilizando nos ayudarán a reducir nuestra huella ecológica en el día a día.