La digitalización ha revolucionado la forma en que nos relacionamos y consumimos, una transición que se ha acelerado aún más tras la pandemia de COVID-19. En la actualidad, cada vez es más frecuente acceder a la carta de los restaurantes a través de códigos QR, comprar desde la comodidad de nuestro hogar o celebrar las reuniones de trabajo en entornos virtuales como Zoom o Microsoft Teams. Esta transformación ha llegado también a las formas de pago que hoy en día presentan nuevas modalidades online gracias a las tecnologías fintech.
Métodos de pago modernos
Los métodos de pago actuales se abren paso en nuestro país, en un mercado todavía marcado por el uso del efectivo y las tarjetas de crédito y débito. Así, según muestra el último informe realizado por el Centro del Sector Financiero de PwC junto al IE Business School, el 100 % de los españoles sigue utilizando el dinero efectivo para pagar en alguna ocasión, fundamentalmente en pequeños y medianos comercios, así como en los bares, restaurantes y el transporte público.
Asimismo, el 90,8 % de la población se decanta por la tarjeta de débito como método de pago, la transferencia bancaria la eligen el 85,8 % de los españoles, y el 76,6 % paga con tarjeta de crédito.
No obstante, no solo la tarjeta, la transferencia o el efectivo son las formas de pago habituales, sino que en los últimos años se han ido consolidando nuevas vías como las aplicaciones de pago, las tarjetas vinculadas al móvil o el contactless.
Pagar por Paypal
Paypal es el primer sistema de pago online que se instauró y el más popular entre los usuarios españoles, lo utilizan un 52,2 % en sus operaciones virtuales. La principal razón de su éxito es la fiabilidad que proporciona a los usuarios. Se trata de una plataforma de pago a la que se asocia una cuenta bancaria o tarjeta. Este método de pago a través de Internet permite operar introduciendo solo el correo electrónico y la contraseña, es decir, no es necesario teclear ningún dato sensible como nuestro número de cuenta, por lo que las probabilidades de robo o estafa son prácticamente nulas. Además, la mayor parte de las tiendas y compañías de servicios online incluyen esta forma de pago.
Pagar por Bizum
Bizum es la aplicación de pago por móvil más demandada en la actualidad. Su principal baza es la agilidad que ofrece al usuario a la hora de realizar una transacción. Permite enviar y recibir dinero a través de la aplicación de nuestro banco introduciendo tan solo el número de teléfono de la persona de nuestra agenda con la que queramos realizar la transacción. Esta modalidad de pago NFC tiene ya 25 millones de usuarios en España y es utilizada especialmente para el envío de dinero a amigos, familiares o conocidos.
Pagar con el móvil (e-wallets)
El usuario con un teléfono inteligente o smartophone puede llevar todas sus tarjetas de crédito, débito o prepago almacenadas en su dispositivo y pagar en comercio físico u online. Por un lado, el usuario debe tener en su móvil una aplicación que permita este tipo de transacciones y su smartphone debe disponer de conectividad NFC, hecho que prácticamente todos los móviles contemplan en la actualidad. Por otro lado, el comercio debe disponer de una TPV con tecnología contactless. Los e-wallets más conocidos son Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay.
Métodos de pago tradicionales
Entre las modalidades de pago tradicionales, los expertos confirman la tendencia a utilizar de manera simultánea varios medios de pago, sin que exista previsión de abandonar ninguno a corto plazo. Así, en 2030, se prevé un uso similar entre las tarjetas de pago y los pagos desde cuenta, mientras el dinero en efectivo se sitúa en la tercera posición del ranking.
Pagar con cheque o talón bancario
El 38,8 % de los españoles, según el informe de PWC e IE Business School, sigue utilizando el cheque o talón bancario, aunque está más extendido entre profesionales o empresas. Se trata de un documento financiero mediante el cual un particular o empresa paga a otra. El importe debe aparecer en el documento en número y letra, prevaleciendo la letra en caso de duda. También debe incluir el nombre del destinatario, que puede ser nominal o al portador, y el número de cuenta del que se va a extraer ese dinero.
Pago en efectivo
Como veíamos anteriormente, el pago en efectivo sigue siendo el más extendido para pequeñas transacciones. Consiste en pagar un bien o servicio con dinero físico. Es la forma de pago más convencional, aunque su tendencia de uso es decreciente debido a la irrupción de los métodos de pago actuales preferidos por su rapidez, facilidad de uso y comodidad. Además, las autoridades financieras prefieren los sistemas de pago electrónico, ya que dejan una huella digital fundamental para luchar contra el fraude y el blanqueo de capitales.
Pago con tarjeta de crédito o débito
Las tarjetas de crédito se contratan a través de una entidad financiera y están asociadas a una cuenta corriente en la que se cargan las cantidades que adeudamos. Este método de pago permite afrontar las compras, aunque no dispongamos de liquidez en nuestra cuenta, ya que se puede pagar y devolver el dinero más adelante con los intereses acordados en el contrato suscrito con la entidad financiera. En el caso de las tarjetas de débito, es necesario disponer del dinero en cuenta para poder realizar pagos.
En la actualidad la mayoría de las tarjetas de crédito y débito disponen de contactless. Se trata de una tecnología de última generación con la que solo es necesario acercar la tarjeta al datafono y, en función de la cantidad y el número de veces utilizado de forma consecutiva, teclear un número pin para realizar cualquier transacción.
