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Diferencias entre ingresos activos y pasivos


20.02.2024

Escrito por: Bankinter Consumer Finance


Disponer de ingresos estables es necesario para cubrir nuestras necesidades y llevar una vida plena. Existen dos alternativas para generar dinero de manera recurrente: los ingresos activos y los ingresos pasivos. Lo ideal para alcanzar la estabilidad financiera es combinar ambos tipos de renta. En este artículo te mostraremos la diferencia entre ingresos activos y pasivos y cómo manejarlos para mejorar tu economía.

¿Qué son los ingresos activos?

La principal diferencia entre ingresos activos y pasivos está en el tiempo y esfuerzo que invertimos en su obtención. De este modo, los ingresos activos son aquellos que provienen de un trabajo o servicio al que dedicamos una atención plena. Algunos ejemplos serían, la nómina en el caso de las personas que trabajan por cuenta ajena o los honorarios profesionales derivados de una actividad independiente. En un primer momento, estas ganancias son muy importantes, ya que representan el principal sustento económico de la persona. La clave está en invertir parte de ese salario en operaciones financieras que generen ingresos pasivos.

¿Qué son los ingresos pasivos?

En cuanto a los ingresos pasivos, se trata de una cantidad de dinero que percibimos de forma recurrente y automática, sin necesidad de participar activamente en su generación. Estos capitales provienen de una acumulación de renta anterior. En el caso de los artistas, de componer una canción o escribir un libro y recibir luego un canon por derechos de autor. Quien posee una propiedad, de alquilarla y cobrar una renta. También son ingresos pasivos el retorno o rendimiento de invertir en acciones empresariales, depósitos bancarios o bonos del estado. Es importante señalar que no existe ningún ingreso pasivo al cien por cien, es decir, cualquier actividad financiera requerirá de tiempo y dedicación, sobre todo al principio, y para que tenga continuidad exigirá supervisión y labores de mantenimiento.

Si bien el ingreso activo es importante, el ingreso pasivo es el que puede llevarnos a alcanzar la «libertad financiera». Esta corriente de pensamiento, popularizada en Estados Unidos por autores como Robert Kiyosaki, Napoleon Hill o Suze Orman, apuesta por combinar un estilo de vida sencillo con una inversión de los ahorros inteligente para generar unas rentas que permitan dejar de trabajar lo antes posible, sin tener que esperar a cumplir la edad de jubilación legal.

¿Cómo generar ingresos pasivos?

La primera recomendación de los analistas financieros es el ahorro. Es decir, juntar un pequeño capital que nos procure estabilidad financiera y nos permita invertir en proyectos que generen ingresos pasivos. La clave está en la diversificación, por ejemplo, destinar una parte del dinero a fondos de inversión, otra a una actividad que produzca beneficios automáticamente (como cursos de formación online o derechos de autor) y la última a bienes raíces, como puede ser la compra de una propiedad para alquilarla a largo plazo. En este artículo te damos varias en función de tus posibilidades.

¿Tributan los ingresos pasivos?

Esta es una de las principales preocupaciones que surgen cuando tenemos una fuente de ingresos principal y nos planteamos crear otras vías de generación de riqueza. ¿Debemos pagar impuestos por estas rentas, hay que declararlas a la hacienda pública y, en caso de ser así, compensa?

Efectivamente, en España los ingresos pasivos se deben declarar. Sin embargo, aquellos contribuyentes que tienen un solo pagador y rentas anuales inferiores a los 22.000 euros están exentos. En caso de tener más de un pagador, la agencia tributaria establece que se deberán declarar si la cuantía de las actividades económicas en conjunto supera los 1 000 euros anuales. Por último, si se trata de una actividad de comercio o prestación de servicios online, será preciso emitir una factura con el IVA e IRPF correspondientes. Por tanto, hay que darse de alta como autónomo, en la seguridad social y en el ROI y también presentar los modelos informativos trimestrales y anuales, entre ellos el 303, 130, 390, 347 y 349.

Aunque en un primer momento estos trámites burocráticos supongan un engorro, piensa que combinar ingresos activos y pasivos te ofrece una mayor seguridad financiera, flexibilidad y libertad, además de mejorar tus oportunidades de crecimiento personal y tu calidad de vida.