El consumo ético y responsable se ha convertido en una prioridad para muchos ciudadanos comprometidos con el bienestar social y la preservación del medio ambiente. De este modo, tienen muy presente el origen y el impacto social de los alimentos que ingieren, la ropa que visten o los servicios que contratan, también en el ámbito financiero. En esta entrada vamos a desgranar qué son las finanzas éticas, cómo se ha desarrollado la banca ética en España y cuál es su papel en la construcción de un futuro más sostenible.
Diferencias entre banca ética y banca tradicional
Las finanzas éticas y solidarias hacen compatible la rentabilidad económica con la sostenibilidad social y ambiental. La banca ética aparece en Europa en los años sesenta con el fin de promover un uso responsable y transparente del dinero. Esta iniciativa surge como una alternativa a la banca tradicional, con el objetivo de dar un nuevo enfoque a las prácticas y los servicios financieros que responda a las necesidades de desarrollo humano y social sostenible.
En concreto, se denomina banca ética a todas aquellas entidades que ofrecen productos financieros encaminados a crear una utilidad de carácter social para el entorno que les rodea, más allá de la búsqueda del beneficio económico. Su actividad se basa en cinco principios:
- Transparencia: los ahorradores e inversores conocen en todo momento cuál es el destino de su dinero y en qué se está invirtiendo.
- Utilidad social: los proyectos avalados por las entidades financieras éticas deben abordar temas como la creación de empleo, la protección del medio ambiente o la reducción de la desigualdad, entre otros.
- Apoyo y negociación: las entidades no solo se centrarán en la recuperación de los fondos prestados, sino que harán lo posible por negociar y asesorar a sus clientes.
- Viabilidad: asimismo, no aprobarán proyectos inviables que pongan en riesgo el capital de los inversores ni perjudiquen los entornos donde se implementan.
- Responsabilidad: la banca ética evaluará la responsabilidad del inversor y estudiará sus decisiones tomando como referente el desarrollo humano y social.
En definitiva, la principal diferencia entre la banca ética y la banca tradicional es que mientras la banca sostenible tiene una finalidad social y económica, en la banca tradicional solo importan los resultados económicos. Así, en las operaciones de la banca ética la remuneración entre los clientes es más baja y el resto de las ganancias se invierte en proyectos sociales. No obstante, los usuarios prefieren este tipo de banca, aunque no consigan la misma rentabilidad que en otros lugares, ya que fomenta una mejora social y ofrece mayor trasparencia y participación.
Banca ética en España
La banca ética nace en el siglo XIX en el seno de comunidades religiosas asentadas en los Estados Unidos que buscaban invertir su dinero en proyectos que no apoyaran causas con las que estaban en desacuerdo, como la esclavitud o más adelante el apartheid o la guerra del Vietnam. Como consecuencia de esta tendencia, en 1971 se funda el primer fondo ético de inversión, el Pax World Fund.
En Europa, la idea de utilizar el dinero de forma ética emerge en el año 1968 de la mano de un grupo de economistas holandeses. Así, en 1971 surge la Fundación Triodos con el objetivo de financiar iniciativas y empresas innovadoras y, en el año 1980, se funda Triodos Bank NV en los Países Bajos.
Por su parte, la banca ética aparece en España, precisamente, con la apertura de la primera sucursal de Triodos Bank en el año 2004. Su misión es contribuir a una sociedad que fomente la calidad de vida y se centre en la dignidad de las personas, facilitar que particulares, empresas y organizaciones realicen un uso responsable del dinero e impulsar con ello el desarrollo sostenible, al mismo tiempo que proporciona a sus clientes productos financieros sostenibles y les presta un servicio de calidad.
Además de esta, en España podemos encontrar otras iniciativas de banca ética que comparten los mismos objetivos, aunque su forma de operar sea diferente, como Fiare Banca Ética o Coop 57.
bankintercard y la financiación ética
bankintercard es una compañía que pertenece al Grupo Bankinter, una de las principales entidades financieras en Europa. Somos la primera financiera en adoptar la más avanzada tecnología fintech para ofrecer la máxima seguridad a nuestros clientes en todas sus operaciones y en implantar un modelo de financiación ética y flexible para democratizar el crédito en España.
De este modo, en bankintercard estamos seguros de que podemos prestar un servicio de excelente calidad sin renunciar a nuestro modelo ético de «financiación inteligente». Así, comprometidos con este valor, nunca ofreceremos un producto financiero al que el usuario no pueda hacer frente con holgura o ponga en riesgo su estabilidad financiera. De la misma manera, nos comprometemos a darle siempre una respuesta inmediata y comunicarnos con la máxima transparencia.
Con esta finalidad hemos creado la app bankintercard desde la que nuestros clientes pueden consultar las condiciones de sus contratos, dar de alta y de baja sus tarjetas de crédito, así como hacer seguimiento del estado de sus finanzas en todo momento y en tiempo real desde cualquier dispositivo móvil.
