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Cómo declarar la compra de una vivienda


11.04.2024

Escrito por: Bankinter Consumer Finance


En España, todos los contribuyentes deben realizar la declaración de la renta o del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) para regularizar su situación con la Agencia Tributaria. El IRPF es un impuesto que deben pagar las personas físicas residentes en España por todos los beneficios o rentas que hayan obtenido a lo largo del año. Es decir, por los ingresos netos obtenidos una vez restados los gastos que sean deducibles.

Además de las rentas percibidas como salario (la nómina, por ejemplo) o las procedentes del cobro de prestaciones públicas (como una pensión), también es obligatorio declarar los rendimientos del capital mobiliario (arrendamientos, entre otros). Así pues, tanto si se trata del hogar donde se reside habitualmente como de una segunda casa vacacional, la vivienda se tiene que incluir en la declaración del IRPF. En esta entrada vamos a ver cómo declarar la compra de una vivienda tanto si es para uso y disfrute propio como para alquilar.

Declarar compra vivienda habitual

La principal ventaja de declarar la vivienda habitual son las deducciones. Si bien es cierto que desde la disposición transitoria decimoctava de la Ley 35/2006 han desaparecido prácticamente todas, algunas autonomías mantienen ciertos incentivos fiscales.

Si la compra de la vivienda habitual se hizo antes del año 2013 a través de una hipoteca, se pueden deducir tanto el capital del préstamo como los intereses. Asimismo, en el caso de haber tenido que contratar de forma obligatoria, junto con el préstamo, un seguro de vida o de incendios, se podrán también descontar estos gastos. En la actualidad, solo se puede deducir hasta el 15 % de una cantidad cuyo límite se sitúa en los 9040 euros. Es decir, que cada contribuyente podrá restar no más de 1360 euros al año.


Declarar compra segunda vivienda

Además de la vivienda habitual, es necesario incluir en la declaración de la renta las segundas residencias. Si bien Hacienda considera que los ciudadanos que disfrutan de una segunda vivienda en propiedad tienen mayor capacidad económica y contributiva y, por tanto, deben declararla en el IRPF, también da la posibilidad de acceder a desgravaciones especiales por ello en función del uso que le demos a la residencia. Así pues, es importante declarar la compra de la segunda vivienda.

Segunda vivienda destinada al uso personal

Se considera segunda vivienda cualquier inmueble urbano o rústico que no sea la vivienda habitual del contribuyente, que no esté vinculado a ninguna actividad económica (en otras palabras, que no se generen beneficios como los que se derivan del alquiler) y que no se encuentre en construcción. Si se cumplen todas estas premisas, entonces la vivienda se considera una renta inmobiliaria imputada o renta presunta. De este modo, funcionará en la declaración como si fuera un ingreso más, que se sumará al resto (como, por ejemplo, nuestro salario) y se declarará dentro del régimen especial de imputación de rentas.

La cantidad se calcula a partir del valor catastral del inmueble, multiplicándolo por la parte de la propiedad que le corresponde al contribuyente y por el 1,1 % si está revisado en la década anterior o el 2 % si no lo está. Este importe tributa al tipo general del IRPF, es decir, entre el 19 % y el 45 %.  

Segunda vivienda destinada a arrendamiento permanente

Es habitual que se decida alquilar esta segunda vivienda. Los ingresos generados por un arrendamiento tienen que ser incluidos también en la declaración de la renta. En este caso, habría que declarar los rendimientos de capital inmobiliario y tributará en la base imponible general junto a los rendimientos del trabajo o de otras actividades económicas.

Entre las ventajas de alquilar una segunda vivienda está que, si el inquilino destina este inmueble a su residencia habitual, se aplica una reducción del 60 % a los rendimientos que se hayan obtenido por el alquiler. Además, el propietario podrá deducirse gastos como los derivados de reformas, reparaciones o suministros.

Segunda vivienda destinada a alquiler vacacional

En el caso de que el inmueble se utilice como alquiler vacacional, es decir, que solo esté alquilada durante parte del año, es obligatorio también señalar en la declaración de la renta los ingresos como rendimiento del capital inmobiliario, especificando los meses del año en que la vivienda ha estado alquilada. En este caso, también podrán deducirse los gastos asociados al arrendamiento, pero solo en proporción a los días alquilados. Además, el tiempo en que el inmueble esté libre y a disposición de los propietarios supondrá una renta imputada por Hacienda por poseer una segunda vivienda.

Hay deducciones por compra de vivienda

Como veíamos anteriormente, solo se podrán aplicar deducciones por la compra de una vivienda a aquellos contribuyentes que hayan adquirido un inmueble como residencia habitual mediante financiación ajena, es decir, un crédito hipotecario, y antes del 1 de enero de 2013.

Entre las cantidades que se pueden deducir se encuentran el capital amortizado, los intereses abonados y otros gastos derivados de la financiación, como los seguros que la entidad bancaria puede obligar a contratar junto con la hipoteca.

En esencia, la deducción por adquisición de la vivienda habitual permite desgravar el 15 % del dinero aportado en el año fiscal, siempre sobre una base máxima de 9040 euros; por lo que el contribuyente se puede deducir como máximo 1356 euros al año.

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