¿Qué es el comercio justo?

Cuando compramos un producto, lo habitual es fijarnos en la relación calidad-precio. Pero ¿alguna vez te has preguntado si ese importe final tiene en cuenta una retribución justa para los trabajadores y el respeto al medioambiente? El comercio justo nace como una alternativa frente a las desiguales relaciones comerciales entre los países del Norte (desarrollados) y del Sur (en vías de desarrollo). 

Al elegir el comercio justo, no solo mejoras la vida de pequeños productores de Iberoamérica, Asia y África, sino que también garantizas la adquisición de artículos de extraordinaria calidad, distribuidos sin intermediarios, respetuosos con el entorno y elaborados bajo condiciones laborales dignas.  

En esta entrada, vamos a conocer en qué consiste el comercio justo y por qué representa la mejor opción de consumo para construir un futuro más justo y sostenible.  

Objetivos del comercio justo 

Las relaciones comerciales internacionales se han caracterizado, históricamente, por la imposición de condiciones por parte de los países desarrollados, que perjudican a las naciones empobrecidas. El comercio justo busca promover el desarrollo sostenible de estas comunidades a través de la comercialización de sus productos en el mercado internacional en condiciones justas, equitativas y respetuosas con el medioambiente.  

El movimiento internacional de comercio justo se rige por una normativa que deben cumplir todas las organizaciones, la Carta de Principios. Este documento, consensuado y aprobado por los más de cuatrocientos miembros de la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO), sirve de guía para alcanzar el doble objetivo de contribuir al desarrollo de las comunidades productoras y proteger el planeta.  

Los diez principios internacionales del comercio justo son los siguientes:  

Ejemplos de comercio justo 

En los países en vías de desarrollo, empobrecidos o del Sur, las comunidades se organizan para conseguir una vida digna. Forman cooperativas de campesinos, grupos de mujeres, artesanos y asociaciones de carácter social para producir una amplia variedad de artículos de forma tradicional y en armonía con la naturaleza.  

• Alimentos: Los productos alimenticios de comercio justo provienen de cultivos sin agroquímicos y se elaboran respetando las técnicas de producción artesanal y las condiciones medioambientales del entorno. Los más populares son el azúcar, el café y el cacao por su elevada calidad.  

• Ropa: Las prendas de comercio justo destacan por sus diseños exclusivos, elaboración artesanal y por utilizar tejidos ecológicos que no dañan el planeta.  

• Juguetes y material infantil: Los juguetes de comercio justo son muy especiales, ya que se fabrican con materias primas a través de técnicas tradicionales autóctonas, que se transmiten oralmente de una generación a otra.  

• Enseres para el hogar: Estos artículos también son exclusivos y originales. Se fabrican con materiales naturales y ecológicos, respetando la identidad cultural de los pueblos que los producen. 

• Bisutería y complementos: Al igual que en los ejemplos anteriores, las piezas de joyería se diseñan con materias primas nobles, siguiendo un proceso de elaboración que no daña el medioambiente.  

• Papelería: En este caso, se utiliza papel y materiales ecológicos para preservar el medioambiente. Además, los artículos se producen siguiendo las técnicas artesanales, lo que les confiere una identidad única.  

• Cosmética e higiene: Las cremas y jabones se elaboran con ingredientes naturales de máxima calidad, libres de parabenos o derivados del petróleo.  

¿Cómo saber si un producto es de comercio justo? 

La Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO) establece dos parámetros para valorar si un producto es de comercio justo. Por un lado, que haya sido elaborado por alguna organización miembro de la WFTO. Los afiliados a la Organización Mundial del Comercio Justo deben pasar un sistema de acreditación con el que se evalúa el cumplimiento de los diez principios internacionales del comercio justo. Además, la membresía es auditada periódicamente tanto interna como externamente.  

Por otro lado, que el artículo cuente con alguna de las siguientes certificaciones de comercio justo: World Fair Trade Organization, Fairtrade, SPP, Naturland Fair, Fair for Life.  

El comercio justo no es solo una alternativa al modelo comercial tradicional, sino también un vehículo para el cambio global. Al elegir productos de comercio justo, contribuyes a mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores y artesanos en países en vías de desarrollo, promoviendo la justicia social, la igualdad de género y el respeto al medioambiente. Estos artículos, además, destacan por su calidad excepcional y por estar elaborados bajo condiciones laborales dignas, lo que asegura una cadena de suministro más humana y sostenible.  

En definitiva, cada compra que realices es una oportunidad para marcar la diferencia. Apoyar el comercio justo es apostar por un sistema comercial que coloca a las personas y al planeta en el centro y que contribuye a crear un modelo económico más justo y sostenible para todos.