retibucion especie.jpg

¿Qué es el salario en especie? Ejemplos y ventajas

Finanzas Personales
default

03.10.2024

Escrito por: Bankinter Consumer Finance


La retribución en especie es una forma de pago a los empleados que complementa o sustituye parcialmente al salario monetario. Consiste en la entrega de bienes, derechos o servicios de forma gratuita o por precio inferior al normal del mercado por parte de la empresa como compensación por el trabajo realizado. En este caso, el empleador paga directamente al tercero para que no se considere una retribución dineraria.

Este tipo de remuneración debe cumplir una serie de requisitos: por un lado, debe ser consensuada con el trabajador, ya que no puede imponerse unilateralmente; por otro lado, no puede representar más del 30 % del total de retribuciones salariales que percibe el empleado, tal como establece la legislación laboral en España. Además, existe otro límite: el salario monetario debe corresponder, al menos, al salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2024 asciende a 1134 euros brutos al mes, repartidos en catorce pagas. Por lo que alguien que cobre el salario mínimo, no puede percibir parte del sueldo en especie.

Por otro lado, esta modalidad de pago cuenta con interesantes ventajas fiscales en el IRPF, ya que algunas de estas retribuciones se encuentran exentas de tributación hasta cierto límite. Si te interesa saber más sobre el salario en especie, en esta entrada te contamos en qué consiste y las ventajas de tener una nómina con retribución en especie.

Ejemplos de retribución en especie

La retribución en especie puede adoptar múltiples formas, la mayoría de las veces relacionadas con el bienestar y la conciliación de los trabajadores. En general, se busca motivar y fidelizar al trabajador ofreciéndole beneficios en su día a día y fomentando hábitos saludables.

  • Vales de comida: Se trata de un vale o tarjeta canjeable en determinados establecimientos de hostelería concertados, que se encuentran situados en las inmediaciones de la empresa. Este tipo de retribución en especie está exenta de tributación hasta un máximo de once euros diarios por día trabajado. Por tanto, si se supera esta cuantía, la cantidad restante sí tributará.
  • Vehículo de empresa: Es habitual que algunas empresas ofrezcan un coche de empresa a empleados que lo necesiten para desempeñar sus funciones, como comerciales o directivos. En este caso, la cesión del vehículo se considera salario en especie. La empresa, como titular del automóvil, abona todos los gastos inherentes a la correcta circulación del vehículo. Estos pagos, seguro, mantenimiento, etc., se incluyen en la valoración de la retribución en especie del empleado.
  • Cheque guardería: El tique guardería tiene como objetivo facilitar la conciliación entre la vida laboral y familiar a los empleados con hijos de hasta tres años. En este caso, no existe ningún límite a la exención más allá del tope genérico del 30 % que hemos visto antes.
  • Seguro médico: Otra manera de atraer y retener el talento es ofrecer una cobertura de seguro médico privado para el empleado y, en ocasiones, para sus familiares. Esta ventaja, que mejora el acceso a la sanidad privada, se considera también salario en especie. Además, es un beneficio que no solo favorece al trabajador, sino también a la empresa, ya que reduce el absentismo laboral.
  • Plan de pensiones: El ahorro y la planificación para el día de mañana son preocupaciones frecuentes entre los empleados. Por eso, muchas empresas han decidido incorporar en su paquete de beneficios un plan de pensiones. En este caso, la compañía aporta cantidades adicionales a un plan de jubilación privado en nombre del trabajador. Aunque estas contribuciones también se consideran salario en especie, cuentan con ciertos beneficios fiscales.
  • Acciones de la propia empresa: Una manera de aumentar la productividad por objetivos es ofrecer al empleado participaciones de la empresa. Esta retribución flexible tiene una exención de hasta 12 000 euros, siempre y cuando el reparto de las acciones se produzca en las mismas condiciones para todos los empleados. Además, deben mantenerse los títulos durante tres años y la participación no podrá superar el 5 %.

¿Cómo tributa el salario en especie?

Cualquier salario en especie debe recogerse en la declaración de la renta y, salvo exenciones, tributará por este impuesto de la misma forma que el resto de las rentas del trabajo. No obstante, existen algunos beneficios fiscales que permiten reducir la carga impositiva de determinadas modalidades de retribución en especie, como los vales de comida (hasta once euros diarios), los seguros médicos (hasta quinientos euros por persona) o las aportaciones a planes de pensiones.

Además, las cantidades percibidas en concepto de salario en especie forman parte del sueldo y, por tanto, deben tenerse en cuenta a la hora de calcular las cotizaciones a la seguridad social y la indemnización por despido.

¿Cómo es una nómina con retribución en especie?

Una nómina que incluye retribución en especie refleja tanto el salario monetario como la remuneración no dineraria, es decir, los beneficios percibidos en especie. Aunque el diseño exacto de la nómina puede variar según la empresa, hay algunos elementos comunes que deben estar presentes para cumplir con la normativa: salario bruto, detalle de la retribución en especie, cotización, retención del IRPF y deducciones.

Ventajas del salario en especie

El salario en especie es una excelente opción tanto para los trabajadores como para las empresas. Desde el punto de vista del empleado, le permite acceder a bienes y servicios a precios muy competitivos, se beneficia de medidas de ahorro, con gastos que quedan exentos en el IRPF o planes de pensiones, y desarrolla hábitos saludables para él y su familia, accediendo a seguros de salud privado o descuentos en centros deportivos.

Por otro lado, para las empresas puede ser una herramienta eficaz para atraer y retener el talento, ya que se percibe como una ganancia adicional que mejora la calidad de vida del empleado. Además, algunos de los beneficios incluidos en el salario en especie, como, por ejemplo, el seguro médico o el vale guardería, entre otros, están exentos de pago a nivel fiscal.

En definitiva, la retribución en especie es una forma flexible y beneficiosa de complementar el salario monetario del trabajador, siempre y cuando se gestione adecuadamente dentro del marco legal y fiscal.