Hacer transferencias entre familiares es algo muy común, especialmente cuando se trata de los hijos. Sin embargo, este tipo de operaciones está sujeto a regulaciones que muchos ciudadanos desconocen y que pueden conllevar importantes sanciones por parte de la Agencia Tributaria si no se cumplen. Dependiendo del importe y de la comunidad autónoma en la que se realice el regalo, préstamo o donación, las multas pueden alcanzar los 150 000 euros.
¿Existe un límite legal para transferencias entre familiares?
¿No declarar el dinero que te dan tus padres en una «paga» o «regalo» supone un fraude fiscal? Cualquier cantidad de dinero que se transfiera como un obsequio entre particulares se considera una donación, por lo que debería incluirse dentro del Impuesto sobre Donaciones y Sucesiones. En otras palabras, no se considera un delito fiscal (ya que la cantidad tendría que superar los 120 000 euros y existir una voluntad clara de defraudar), pero sí puede constituir una infracción tributaria leve.
Hacienda se ha propuesto ejercer un mayor control sobre este tipo de operaciones para prevenir el blanqueo de capitales y el fraude fiscal. Para ello, mantiene una colaboración estrecha con las entidades bancarias, que están obligadas a notificar cualquier movimiento inusual en las cuentas de sus clientes. Eso sí, este control se centra en determinadas operaciones y solo cuando se superan ciertos umbrales. El límite orientativo para las transferencias entre familiares se sitúa en los 3000 euros. A partir de los 6000 euros, las autoridades fiscales pueden abrir una investigación para determinar el origen y el destino del dinero.
Cantidades clave que debes conocer en transferencias familiares
Las leyes en las que se apoya el Estado para reforzar el control sobre las operaciones financieras son la Ley 7/2012 (que se centra en el ámbito fiscal y tributario) y la Ley 10/2010 (que regula la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo).
Estas son algunas de las cantidades a partir de las cuales pueden activarse las alarmas de la Agencia Tributaria (AEAT):
- Transferencias superiores a 10 000 euros.
- Ingresos y retiradas de efectivo por importes superiores a 3000 euros.
- Créditos y préstamos por encima de los 6000 euros.
- Cualquier operación que implique billetes de 500 euros.
Estos son los límites legales a partir de los cuales el banco está obligado a informar, pero no son las únicas operaciones que revisa el fisco. Hacienda también tiene en su punto de mira las transferencias periódicas sospechosas, especialmente aquellas que se sitúan justo por debajo de los umbrales establecidos. Por ejemplo, realizar varias transferencias de 2900 euros para evitar superar el límite de los 3000 euros, pensando que así no será necesario declararlas como donación.
¿Cómo justificar correctamente una transferencia familiar?
Las donaciones de padres a hijos están sujetas al Impuesto de Donaciones y Sucesiones; es decir, se aplican tramos impositivos que oscilan entre el 7,65 % hasta el 34 %, aunque pueden variar según la comunidad autónoma. Para evitar este desembolso, siempre puedes solicitar un préstamo personal, en caso de que necesites una inyección puntual de dinero.
A continuación, te enseñamos los pasos que tienes que dar para declarar correctamente una transferencia familiar:
- Identifica el tipo de transferencia: Si se trata de una donación (sin intención de devolución) o un préstamo entre particulares.
- Formaliza el acuerdo: En el caso de las donaciones, se recomienda firmar un acuerdo y si la cantidad es elevada, elevarlo a escritura pública ante notario. Para préstamos, formaliza un contrato de préstamo entre particulares y presenta el modelo 600 ante Hacienda.
- Declara la operación: Si es una donación, presenta el modelo 651 ante la Consejería de Hacienda de tu comunidad autónoma. Cuando se trata de un préstamo, se debe presentar el modelo 600.
- Justifica el origen y destino del dinero: Conserva los justificantes bancarios, contratos y cualquier documento que pruebe la operación.
- Evita los pagos en efectivo: Desde la Ley 7/2012, se limita el uso de efectivo a 1000 euros en operaciones entre profesionales o empresarios. Para particulares, no hay un límite establecido, pero las transferencias bancarias ofrecen mayor trazabilidad.
Recuerda que justificar correctamente una transferencia familiar no solo evita problemas fiscales, sino que te aporta tranquilidad en caso de que tengas una inspección o reclamación futura.
Cuando recibimos una paga de 50 euros, al ser tan poca cantidad de dinero y entre particulares, Hacienda no puede registrar estas trasmisiones, especialmente si se hacen en metálico. No obstante, cuando se transfieren cantidades mayores, ante un imprevisto financiero, por ejemplo, es conveniente formalizarlas legalmente. Cumplir con la normativa fiscal al realizar transferencias familiares no solo es esencial para evitar sanciones económicas, sino que también fortalece la transparencia y seguridad del sistema financiero. Además, declarar correctamente una donación o préstamo entre padres e hijos protege a ambas partes y evita cualquier conflicto futuro.