El consumo responsable y el ahorro son las fórmulas más eficaces para mantener la economía personal a raya. Con los precios de los combustibles en máximos históricos, ahorrar gasolina es la mejor manera de reducir el gasto en transporte. Además de mantener tu automóvil a punto, llevándolo una vez al año al taller, existe una serie de trucos que contribuyen a reducir el consumo de gasolina. En este artículo te mostramos cómo se puede ahorrar combustible, independientemente del coche que tengas, con una serie de hábitos sencillos y una buena conducción.
10 Consejos para ahorrar gasolina
En la última década, la industria automotriz ha dado grandes pasos hacia la eficiencia en el consumo de combustible. Avances como los motores downsizing, la tecnología de sobrealimentación o los sistemas de gestión avanzados no solo han ayudado a los consumidores a gastar menos gasolina, sino que también han contribuido positivamente a la reducción de las emisiones contaminantes.
Como usuarios, también tenemos la oportunidad de colaborar en la creación de una movilidad más sostenible y responsable con el medioambiente, al mismo tiempo que mejoramos nuestra economía. A continuación, te indicamos diez consejos prácticos para optimizar tu conducción y reducir el consumo de gasolina.
Planifica bien tu viaje
Un viaje bien planificado te permitirá llegar a tu destino de la manera más rápida y segura, ahorrando combustible. Los atascos, la lluvia o callejear sin sentido, además de hacerte perder tiempo, aumentarán el consumo de gasolina. Te recomendamos consultar la web de la Dirección General de Tráfico (DGT) antes de emprender cualquier desplazamiento. Alargar el trayecto solo diez minutos, puede aumentar el consumo de gasolina o gasóleo hasta un 14 %. Incluso en los desplazamientos por ciudad, si combinas bien las paradas, evitarás los trayectos innecesarios, reduciendo los kilómetros, el desgaste del coche y el gasto de combustible.
Comprueba tus neumáticos
Un buen mantenimiento del vehículo mejora la eficiencia. En este sentido, las ruedas y el motor son claves. Los neumáticos deben llevar la presión que indica el fabricante y adaptarse a las condiciones climatológicas (por ejemplo, con frío, necesitan un poco más de presión). Cuando conduces con las ruedas poco hinchadas, el consumo de combustible puede llegar a aumentar hasta un 2 % en áreas urbanas y un 4 % en carretera. También existen gomas para las diferentes marcas con muy baja resistencia a la rodadura, que ayudan a reducir el gasto en gasolina (hasta un 3 %), con precios muy similares a los neumáticos convencionales.
Reduce el peso
Lleva únicamente lo imprescindible en el maletero. Viajar con un sobrepeso de 45 kilos puede reducir la eficiencia del combustible hasta en un 2 %. En este sentido, si el portaequipajes se queda pequeño, lo mejor es recurrir a un baúl o portaobjetos de techo cerrado. Estos complementos, además de ser más seguros, tienen una forma aerodinámica que reduce la resistencia.
Si utilizas el automóvil a diario, haz un repaso de todo lo que llevas y retira lo que no necesites. Además, recuerda que viajar con carga en el habitáculo es un riesgo, especialmente si no está ubicada correctamente.
Mantén una velocidad uniforme
¿Sabías que entre el 30 % y el 50 % del gasto de combustible depende de tu estilo de conducción? La manera en la que aceleras, frenas o mantienes la velocidad tiene un impacto directo en el consumo de gasolina y en tu bolsillo. Conduce a una velocidad moderada y constante, evita los cambios bruscos de ritmo y mantén siempre la distancia de seguridad respecto al otro vehículo. Por ejemplo, en lugar de acelerar rápidamente cuando sales de un semáforo, es más eficiente hacerlo de manera progresiva. También, anticiparse y dejar de acelerar cuando percibes a lo lejos un automóvil que circula más despacio, te permite aprovechar la inercia del motor y reducir el consumo de carburante.
Apaga el motor
Si la parada en un atasco o frente a un semáforo se prolonga más de un minuto, apagar el motor es una medida sencilla, pero efectiva para reducir el consumo de combustible. Cuando el motor está al ralentí, sigue consumiendo gasolina, aunque la consola del automóvil muestre que el gasto es 0,0 l/100 km. Este pequeño gesto, no solo mejorará tu economía doméstica, sino que además contribuirá a reducir las emisiones de efecto invernadero.
Reduce el uso del aire acondicionado
El aire acondicionado puede incrementar el consumo de combustible entre un 10 % y un 20 %, por lo que es fundamental optimizar su uso. Sabemos lo importante que es mantener una temperatura adecuada dentro del habitáculo para facilitar la conducción y evitar accidentes. Sin embargo, al depender directamente del motor, un uso ineficiente del aire acondicionado del automóvil se traduce en un gasto adicional de gasolina o diésel. En ciudad, es más económico bajar las ventanillas. Sin embargo, en carretera, es preferible mantener las ventanillas cerradas y usar el aire acondicionado.
Usa el freno motor
Una manera sencilla de reducir el consumo de combustible es aprovechar la retención del motor en lugar de recurrir al freno. Si sueltas el acelerador para frenar suavemente, el suministro de carburante se reduce en hasta un 2 %, lo que se traduce en un ahorro significativo a lo largo del tiempo. Siempre que sea seguro, evita pisar el pedal del freno y permite que el motor haga el trabajo de desacelerar el vehículo. Esta técnica no solo contribuye a disminuir el consumo de gasolina o gasóleo, sino que también reduce el desgaste de los frenos.
Ve con la marcha más larga
Conducir en la marcha más larga posible y evitar revolucionar el motor innecesariamente también contribuye a reducir el consumo de gasolina. Los motores actuales están diseñados para funcionar de manera eficiente a bajas revoluciones, incluso en ciudad.
En vehículo diésel, el cambio óptimo de marcha se sitúa entre las 1500 y 2500 rpm, mientras que en motores de gasolina, lo ideal es hacerlo entre las 2000 y 2500 rpm. Si tu coche no tiene cuentarrevoluciones, el sonido del motor puede ser una buena guía para saber cuándo cambiar. Con este sencillo hábito, no solo mejorarás la eficiencia en el uso del combustible, sino que también reducirás el desgaste del motor, prolongando su vida útil.
Aprovecha las bajadas
Las cuestas abajo son una excelente oportunidad para ahorrar combustible si sabes cómo aprovecharlas. Utiliza la inercia del vehículo para adelantar los cambios de marcha, de este modo mantendrás las revoluciones bajas y el consumo de carburante será mínimo. En las subidas, retrasa la reducción de la marcha lo máximo posible, incrementando ligeramente la presión sobre el acelerador sin llegar a pisar a fondo. Esto no solo ayuda a reducir el consumo de combustible, sino que también mejora el confort durante la conducción y aumenta la seguridad vial.
Escoge el combustible adecuado
El tipo de combustible que utilizas tiene un impacto directo en el consumo y en tu bolsillo. Es imprescindible seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto al tipo de gasolina o diésel que tienes que usar. Algunos conductores creen que al consumir gasolina prémium están proporcionando un mejor rendimiento al motor de su vehículo, pero esto no siempre es así. Utilizar el tipo de carburante que recomienda la marca garantiza la máxima eficiencia del motor y que la conducción sea siempre óptima, sin gastar más de lo necesario. Además, utilizar un combustible inadecuado puede, en algunos casos, afectar al rendimiento del motor e incluso causar daños a largo plazo.
Como ves, llevar un buen mantenimiento de nuestro vehículo y adoptar un estilo de conducción más eficiente, no solo aumenta la seguridad vial y contribuye a conservar el medioambiente, sino que, además, reduce el consumo de combustible, mejorando nuestra salud financiera.