El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Cada vez son más los ciudadanos que priorizan la adquisición de productos o servicios respetuosos con el medioambiente. Sin embargo, muchas de estas alternativas conllevan un desembolso económico importante, por ejemplo, cuando decidimos cambiar nuestro viejo automóvil de gasolina por un modelo eléctrico o reformar nuestra vivienda para mejorar su eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. En este contexto, surge la financiación verde, cuya finalidad es impulsar proyectos que contribuyan a frenar la emergencia climática.
Un préstamo verde, o green loan, es una forma de financiación que se concede con el propósito específico de sufragar proyectos o iniciativas sostenibles o que tengan un impacto positivo en el entorno. Este crédito verde se puede destinar, entre otras finalidades, al desarrollo de proyectos de transporte sostenible, eficiencia energética, energías renovables, descarbonización, gestión del agua, economía circular y adaptación al cambio climático. Funcionan de forma muy similar a un préstamo personal, con la diferencia de que solo se pueden utilizar para actividades que generen beneficios ambientales medibles y cuantificables, independientemente de que el solicitante sea una empresa o un particular.
¿Para qué sirven los préstamos verdes?
Los préstamos verdes son productos muy similares a los créditos al consumo de toda la vida. Su funcionamiento y características son idénticos con la única diferencia de que están diseñados para financiar solamente proyectos que impulsen la transición hacia una economía más sostenible alineada con los objetivos del Acuerdo de París y la Agenda 2030. Veamos algunos ejemplos de proyectos que cubren los créditos verdes:
- Compra de un coche eléctrico o híbrido enchufable: El transporte es uno de los sectores que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, uno de los objetivos de los gobiernos europeos es lograr la descarbonización del parque automovilístico en 2050. Mediante un préstamo verde, los particulares pueden acceder a condiciones financieras beneficiosas para la compra de un coche eléctrico o híbrido enchufable, como tipos de interés más bajos o plazos de amortización más largos. ¡No dejes pasar la oportunidad de moverte por la ciudad de forma menos contaminante!
- Sustitución de los electrodomésticos del hogar: Estos préstamos sirven también para sustituir los electrodomésticos del hogar por otros más eficientes. Los frigoríficos, lavadoras o lavavajillas pueden representar una parte considerable del consumo energético del hogar. Optar por modelos con etiquetado energético A+++ no solo reducirá la factura de la luz, sino también tu huella de carbono.
- Reforma de la vivienda para mejorar su eficiencia energética: Si estás pensando en reformar tu hogar para dotarlo de mejor aislamiento térmico en muros y techos, ventanas con doble acristalamiento y suelos térmicos o instalar placas solares para mejorar su calificación energética, el crédito verde es una buena opción. Estas mejoras no solo te permiten reducir el consumo de energía y las facturas de la luz, sino que también incrementarán el valor de la vivienda.
- Compra de viviendas sostenibles: Por último, están las hipotecas verdes, que son préstamos destinados a la adquisición de una vivienda que cumpla con ciertos criterios de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. Por lo general, son inmuebles que están construidos con materiales ecológicos, más eficientes y cuentan con sistemas de generación de energía renovable, como paneles solares o aerotermia. Entre las ventajas de este tipo de inversión están la reducción de los costes energéticos, la mejora de la calidad de vida y la adquisición de un bien que se revalorizará con el tiempo.
Requisitos habituales para solicitar un préstamo verde
El requisito principal, y fundamental, para que se conceda un préstamo verde es que se utilice con fines sostenibles, para lo que se debe adjuntar una factura, un presupuesto o un proyecto de obra. No obstante, hay otros factores que también se deben tener en cuenta a la hora de solicitar este tipo de financiación:
- Explicar detalladamente el uso de los fondos: Toda solicitud debe detallar el proyecto sostenible, incluyendo el estudio, la viabilidad, la estimación de los beneficios ambientales y la documentación pertinente (certificados ambientales, facturas, presupuestos).
- Cuenta bancaria única: Por lo general, se designa una cuenta bancaria cuya única finalidad sea la de servir como depósito de la cantidad que se vaya a invertir en el proyecto ecológico. De este modo, la entidad prestamista se asegura de que los fondos no se desvíen a otros fines y puede llevar un seguimiento más exhaustivo de la gestión del dinero.
- Estudio del perfil financiero del solicitante: Al igual que con cualquier préstamo tradicional, se realizará un análisis de la información financiera del cliente para garantizar que tiene la capacidad de cumplir con los términos del acuerdo. En caso de que no estuviera claro, se le podría exigir garantías o avales para asegurar la devolución del préstamo.
- Seguimiento y reporte: Una vez aprobado y entregados los fondos del préstamo verde, es común que se establezcan mecanismos de seguimiento para verificar que se están alcanzando los objetivos ambientales establecidos. Esto puede incluir la presentación de informes que reflejen el uso de los fondos y la evolución de las obras.
El cumplimiento de todos estos requisitos hace que el proceso de concesión de este tipo de préstamo sea más lento. Por eso, si necesitas financiación de manera inmediata, es mejor que recurras a un préstamo personal como el de bankintercard, que no conlleva gastos de apertura ni gestión y todo el proceso de solicitud es 100 % online. Además, no tienes que especificar para qué necesitas el dinero, puedes utilizarlo para lo que quieras o lo que necesites en ese momento.
En resumen, el préstamo verde es una herramienta financiera innovadora que ha sido capaz de aunar dos objetivos determinantes para cumplir con los objetivos sociales de sostenibilidad: el ahorro y el cuidado del medioambiente. Al elegir este tipo de financiación, no solo lograrás que tu economía mejore a largo plazo, sino que también estarás reduciendo tu huella de carbono y frenando el cambio climático. ¡No esperes más para invertir en tu bienestar a la vez que contribuyes a restablecer el planeta!